“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” parte 35
Jesús entregó su vida, en cada momento de su paso por este mundo, y lo manifestó con sus palabras en la Última Cena. Antes de que le quitaran la vida, al día siguiente, él ya la había entregado. Su amor a la toda la humanidad era mucho más fuerte y de más alcance, que el egoísmo y el odio de los que querían matarlo… Fue el amor el que condujo a la muerte a Jesús, mucho más que la maldad de los poderosos de Israel. La muerte de Jesús no fue una derrota o un fracaso, sino el triunfo de su amor, por eso el evangelista Juan, deja bien claro en la pasión que Jesús es el Rey de todo la humanidad, aunque de una forma totalmente distinta a los reyes y los poderosos de este mundo. La muerte de Jesús fue la gran revelación del amor de Dios…