Principalmente, una Persona con Alma Eucarística sabe que en las Especias de la Consagración, ya sea el pan o el vino, se encuentra con el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús Eucaristía. Un Alma Eucarística sabe que en la Eucaristía, está el Resucitado que sigue viviente entre las Personas. Sabe que en el pan Consagrado se encuentra el Cuerpo Divino del Señor y que en el vino Consagrado se encuentra su preciosísima Sangre; pero que en ambos, juntos o por separado, se encuentra totalmente la Divina Persona del Señor Jesús, con toda su Divinidad, con todo su Poder y toda su Gloria, como está en el Cielo, participando de la Altísima Unidad Trinitaria, como Dios Hijo. Esto es la Eucaristía y La Gracia. Esa comunicación permanente del Hombre y la Mujer con Dios que hace que se den cuenta de eso que a otros les está vedado: «Dentro de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero ustedes me verán y vivirán porque Yo vivo» (Jn 14, 19). El Señor Jesús lo ha dicho antes de su crucifixión redentora.
Quien posee un Alma Eucarística no es del mundo, es de Dios, por el Don del Crisma son Ugidos y marcados por Cristo Jesús, y por el Bautismo los Cristianos y Cristianas Somos «Sacerdotes, Profetas y Reyes» así como Apóstoles Eucarísticos (Milicia de la Eucaristía).
Quien posee un Alma Eucarística, con potente impulso es lanzado a proclamar la Gloria del Señor por el mundo, anunciando su muerte redentora pero también proclamado su resurrección; porque es el Resucitado quien que nos acompaña, en la Eucaristía, en nuestro paso por el mundo.
Quien posee un Alma Eucarística se caracteriza por su capacidad de asombro ante el Misterio, que no es miedo ni sobresalto sino una conmoción interior ante lo grandioso por la Presencia Eucarística permanente de Nuestro Señor en el Sacramento.
Quien posee un Alma Eucarística, igualmente se asombra por la cercanía misteriosa de Nuestro Señor Jesucristo Sacramentado. Cercanía que hace brotar espontáneamente la alabanza desinteresada del adorador para dar gracias por el don recibido y que también suscita abundantes sentimientos de amor hacia Aquel que infinitamente nos ama.
Quien tiene Alma Eucarística, en su Adoración y Oración ante la presencia del Señor en la Eucaristía experimenta la exigencia del silencio y la contemplación. Llega un momento en que las palabras sobran y solo se da una presencia de dos que se aman.
Quien posee un Alma Eucarística, sin embargo querría saber qué dice el Señor de la Eucaristía. Y sabe que esta Presencia Santa le invita a buscar la Palabra de Dios en la Sagrada Escritura donde se encuentra la luz que le ilumina y le hace crecer en su fe en la Eucaristía. Porque el Señor de la Eucaristía nos habla en la Sagrada Escritura y esta Escritura Santa nos habla del mismo Señor.
Quien posee un Alma Eucarística sabe que su culto al Señor de la Eucaristía debe ser en Espíritu y en Verdad y no pone obstáculos sino que se dispone abiertamente a dejarse guiar por el Espíritu Santo, para que su adoración al Sacramento Santísimo sea verdadera y su testimonio ante el mundo sea real.
Quien tiene un Alma Eucarística, después de asombrarse por el misterio amoroso de Cristo Sacramentado, se siente pobre y humilde. Primero se siente atraído por la inmensidad y grandeza del Misterio Eucarístico y después experimenta su pequeñez e impotencia porque verdaderamente la grandeza de Dios es impresionante.
Quien posee un Alma Eucarística vive con la esperanza de un futuro donde podrá contemplar al Señor tal como realmente es, porque ahora solo le ve con los velos de la Eucaristía, que es prenda ( anticipo) de la futura gloria.
Quien posee un Alma Eucarística sabe que el Señor de la Eucaristía es el Resucitado que sigue viviente entre nosotros, para darnos su propia Vida para alimentar nuestra vida y darnos aliento para llevarlo a los demás en un dinamismo evangelizador, para anunciarlo a tiempo y a destiempo entre los demás hombres y mujeres que aún no han descubierto su presencia amorosa en la Eucaristía, como fundamento de la nueva Civilización del Amor. Así es la Pía Unión de Fe a Jesús Eucaristía, estar ante su:
Divina Presencia
Divina Misericordia
Divina Voluntad
La Persona que tiene Alma Eucarística, es un Profeta de Jesús Eucaristía.
Aprendiendo a ser almas eucarísticas con Charles de Foucauld,Charla sobre el legado de la espiritualidad eucarística del Beato Charles de Foucauld. Aprendiendo Ser Almas Eucarísticas (semperfiat.com)