“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” parte 44
En la celebración de la Eucaristía se pide a Dios por la Iglesia, por los representantes de la Iglesia, por todas las personas que han fallecido, por toda la humanidad y por los que estamos presentes. En ese acto la comunidad cristiana tiene plena conciencia de que Jesús ha entregado su vida por todos los miembros de la familia humana, que la salvación que Dios ofrece nos propiedad de nadie sino de todos; y que, lo mismo que Jesús se sacrificó por todos, así también los cristianos hemos de hemos de mirar siempre por el bien común sin excluir a nadie ni desentendernos de ningún problema de la humanidad, porque donde una persona sufre, allí está Dios sufriendo, con él y en él. La Eucaristía es el acto de la SOLIDARIDAD UNIVERSAL.