“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” parte 38
Las palabras de la consagración definen lo que es la vida de Jesús: donación y entrega. Y orientan y definen lo que es la vida de cada cristiano y de toda la Iglesia, tienen total relación con nuestra vida. Al consagrar el pan y el vino nosotros nos dejamos transformar y orientar por esas por esas palabras. Toda nuestra vida será un “tomad y comed todos de él. Nuestra vida se convierte en un buen alimento para todos, en un buen pan, como se convirtió Jesús en la última cena para sus discípulos y para todos los que crean en él. Cuando, por nuestro egoísmo, nos comemos a los demás, estamos renegando de nuestra fe. Lo propio de un cristiano es darse en alimento a todas las personas, de forma consciente y libre, como lo hizo Jesús.