“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” parte 37
¿Qué se consagra en el altar? Algunas personas contestan: El pan y el vino… Pero además del pan y del vino, nos consagramos nosotros y toda la humanidad. El PROYECTO de Dios es: Hacernos hijos suyos, semejantes de su Hijo Jesús. La vida de las personas que participan en la Eucaristía, ha de transformarse totalmente, para eso se ponen todos en el altar, en el momento del ofertorio, junto con el pan y con el vino. Y Jesús, cuando vino a este mundo, no vino sólo a transformar a las personas, sino a cambiar totalmente las estructuras y la organización de la sociedad: Transformar las estructuras de pecado y estructuras liberadoras que nos ayuden a vivir como hijos de Dios, transformar el mundo en el Reino de Dios. Dejemos que el Señor no consagre y nos transforme, que nos libere de todo lo que nos impide ser personas.