“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” parte 36
En la celebración de la Eucaristía, se hace presente la muerte y la resurrección de Jesús. No es sólo un rito, o un recuerdo, o una representación… Es el acontecimiento real y presente, de una persona que entrega su vida por amor y para la salvación de todos. Y, dándonos cuenta de que, donde una persona sufre, allí está Jesús sufriendo en esa persona, en la celebración de la Eucaristía, se hace presente todo el sufrimiento de la humanidad, de la que Jesús es la cabeza y los que habitan en el mundo son sus miembros. Y si Jesús muere para resucitar, su voluntad es liberar a todos los oprimidos de la tierra, convertir su sufrimiento y su muerte en una vida liberada y totalmente nueva. Jamás podemos pensar que la vida muerte y resurrección de Jesús, está separada del sufrimiento, la muerte y la liberación de la humanidad…