“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” 28ª parte
El Prefacio siempre hace referencia a algún acción de Dios, o algún acontecimiento de la Historia de la Salvación, resaltando siempre el papel central de Jesús en esa Historia y dejando claro que Dios nos ha salvado por medio de él. Aunque se celebre la fiesta de la Virgen o de un santo, siempre aparece Jesús como la causa y la fuente de toda salvación. Esto deja bien claro que la vida de cualquier cristiano y de la Iglesia ha de estar centrada en Jesús y unida a él como el sarmiento a la vid. Ninguna devoción nos ha de separar de él. María, la madre de Jesús y todos sus seguidores más íntimos, nos ayudan a encontrarnos con la persona de Jesús y con toda la humanidad que es el cuerpo de Jesús, del que él es la cabeza.