“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” 16ª parte
Acabada la homilía, el sacerdote invita a los asistentes a proclamar su fe rezando el Credo, que es el resumen de nuestra fe. Rezar el Credo es manifestar nuestra fe y el deseo de creer en el Dios amor que nos ha revelado Jesús. Es sobre todo, un compromiso a vivir la fe que profesamos y a transmitirla a las personas que se relacionan con nosotros. El Credo es el camino que hemos de seguir en nuestra vida. Los cristianos vivimos proclamando nuestra fe continuamente, no sólo dentro de la Iglesia. Creemos en Jesús y en el Dios que él nos ha revelado. Sabemos que creer en Jesús es entregarle a él nuestra vida y comprometernos en construir su Reino en este mundo… No sólo celebrar actos religiosos y hacer largas oraciones, es vivir y comprometer toda nuestra vida en construir un mudo nuevo, el que quiere Jesús.