“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” 11ª parte
Después de la primera lectura, se reza el Salmo, o una oración de algún profeta o de alguna otra persona distinguida de la historia de Israel. Es una oración relacionada con la lectura que acaba de hacerse, como la respuesta a lo que Dios nos ha dicho. El salmo, escogido del Libro de los Salmos, es una de las oraciones que rezaban los israelitas en sus actos de culto, en sus fiestas y en distintas ocasiones de su vida familiar. El salmo es una oración inspirada por Dios, lo que Dios quiere que le digamos. La rezamos en comunidad, con toda la Iglesia, y en nombre de toda la Iglesia. Son 150 los salmos. Deben orientar nuestra oración y nuestra vida.