“El inefable don de la Eucaristía explicado paso a paso” 3ª parte
Después del acto penitencial, en la celebración de la Eucaristía, el sacerdote reza la llamada “oración colecta”. Tiene este nombre porque esta oración ha de recoger todas las necesidades, deseos y esperanzas de todas las personas que asisten a la celebración. Y el sacerdotes la hace en nombre de todos los asistentes. Esto quiere decir que, cuando vamos a la Misa hemos de llevar toda la realidad de nuestra vida: nuestro trabajo, nuestra familia, nuestros problemas y preocupaciones, y los problemas y preocupaciones de nuestro pueblo y nuestro barrio. No separamos la misa de nuestra vida, ni de la vida de las personas que tratan cada día con nosotros. Sería muy importante que los que van a misa se encontraran unos momentos para conocerse, compartir sus preocupaciones y problemas, y que esto lo hicieran con el sacerdote, para éste, al hacer la “oración colecta” tuviera presente la vida real de los que asisten..
No hace mucho tiempo que me fijo en la oración colecta y la verdad es que son preciosas.
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